¿Qué es?
Kamishibai, en japonés, quiere decir “teatro de papel”.
Es una forma de contar cuentos muy popular en Japón. suele estar dirigido a niñas y niños pequeños que van a disfrutar de él en grupo. También es utilizado como recurso didáctico. Está formado por un conjunto de láminas que tiene un dibujo en una cara y texto en la otra. su contenido, generalmente en forma narrativa, puede referirse a un cuento o a algún contenido de aprendizaje.
Como el texto está en la parte posterior de las láminas el kamishibai siempre necesita un presentador o intérprete que lea el texto mientras los espectadores contemplan los dibujos.
La lectura del kamishibai se realiza colocando las láminas en orden sobre un soporte, “teatrillo(butai)” de tres puertas, de cara al auditoria y deslizando las láminas una tras otra mientras se lee el texto.
Su magia
El kamishibai fascina a la audiencia. Une la magia de las palabras con el encanto de las imágenes captando la atención de todos, especialmente de los más pequeños. El componente teatral del kamishibai transciende a la simple lectura, ayuda a conseguir un efecto mágico y de concentración en torno al cuento mucho más fácilmente que con otras técnicas.
Al interpretar un kamishibai se produce la interación gozosa y compartida entre los miembros de la audiencia, entre éstos y el intérprete, y entre ambos y el mensaje que el autor quiere transmitir.
Los niños asisten en grupo a un espectáculo en el que todos juntos pueden gritar de miedo o reir con fuerza. Esto les predispone a compartir los mismos sentimientos, experimentando la sensación de grupo y el disfrute conjunto. Dicho efecto puede ser incrementado por el intérprete adaptando su entonación, ritmo e incluso variando expresiones teniendo en cuenta el ambiente creado.
Y además…
· Puede ayudar a recuperar la tradición oral y facilita enormemente el contar cuentos a otras personas: abuelos a sus nietos, chicos mayores a otros más pequeños, en una fiesta infantil…
· Despierta la imaginación y la fantasía entre los oyentes.
Kamishibai, en japonés, quiere decir “teatro de papel”.
Es una forma de contar cuentos muy popular en Japón. suele estar dirigido a niñas y niños pequeños que van a disfrutar de él en grupo. También es utilizado como recurso didáctico. Está formado por un conjunto de láminas que tiene un dibujo en una cara y texto en la otra. su contenido, generalmente en forma narrativa, puede referirse a un cuento o a algún contenido de aprendizaje.
Como el texto está en la parte posterior de las láminas el kamishibai siempre necesita un presentador o intérprete que lea el texto mientras los espectadores contemplan los dibujos.
La lectura del kamishibai se realiza colocando las láminas en orden sobre un soporte, “teatrillo(butai)” de tres puertas, de cara al auditoria y deslizando las láminas una tras otra mientras se lee el texto.
Su magia
El kamishibai fascina a la audiencia. Une la magia de las palabras con el encanto de las imágenes captando la atención de todos, especialmente de los más pequeños. El componente teatral del kamishibai transciende a la simple lectura, ayuda a conseguir un efecto mágico y de concentración en torno al cuento mucho más fácilmente que con otras técnicas.
Al interpretar un kamishibai se produce la interación gozosa y compartida entre los miembros de la audiencia, entre éstos y el intérprete, y entre ambos y el mensaje que el autor quiere transmitir.
Los niños asisten en grupo a un espectáculo en el que todos juntos pueden gritar de miedo o reir con fuerza. Esto les predispone a compartir los mismos sentimientos, experimentando la sensación de grupo y el disfrute conjunto. Dicho efecto puede ser incrementado por el intérprete adaptando su entonación, ritmo e incluso variando expresiones teniendo en cuenta el ambiente creado.
Y además…
· Puede ayudar a recuperar la tradición oral y facilita enormemente el contar cuentos a otras personas: abuelos a sus nietos, chicos mayores a otros más pequeños, en una fiesta infantil…
· Despierta la imaginación y la fantasía entre los oyentes.
· Fomenta el gusto por la lectura y la escritura.
· Permite el tratamiento de la interculturalidad de forma natural, mediante el uso de cuentos de diferentes tradiciones.
· Facilita que los niños asuman el papel no sólo de oyentes, sino también de intérpretes y creadores.
· Como creadores exige y fomenta el trabajo en grupo y su participación en las actividades de su centro y de su entorno.
· Ayuda a estructurar y organizar los textos narrativos.
· Resulta muy adecuado en el tratamiento integrado de las distintas lenguas.
Por último, os dejo un enlace de un video sobre la interpretación del Kamishibai "Las zapatillas mágicas" en el colegio "Francisco Javier Saénz de Oiza" de Cáseda.
http://www.youtube.com/watch?v=rAZ1kS5ALWE
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario