Esperar, sí, esperar. No sé esperar. Soy bastante impaciente porque odio la sensación de intentar adivinar qué es lo que está por llegar. Prefiero que lo que tenga que ser, sea, pero que me llegue cuanto antes porque a partir de ello mi interior decidirá cómo actuar. No como ahora, que me invade la horrible sensación de estar esperando un no-sé-qué que no sé cuánto tardará en llegar, o que quizá no llegue nunca, o que, de tanto esperar, mi estúpida impaciencia recoja todos sus bártulos y decida retirarse, y entonces la batalla no solo la perderé yo.
Los días que quedan para EL DÍA "D" se me están haciendo eternos. No sé si quiero que llegue el día, o no... antes lo estaba deseando, pero han cambiado tantas cosas en estas últimas semanas que todo ha dado un giro de 360º, provocando en mí una especie de obsesión que hace que mi cabeza se imagine de lo malo, lo peor.
Estoy agotada de dar vueltas al temita. Intentaré pensar en otras cosas, como que en pocos días tengo los examenes de la universidad. ¡Ya este año me diplomo! increíble pero cierto. Tengo ganas de terminar la carrera para empezar otra etapa en mi vida, realizando cosas nuevas. Siempre he pensado que llevar a cabo nuevas ideas, nuevos proyectos, es vital para reciclarse y mantener la ilusión por la vida. ¡Tengo tantos proyectos por realizar!. Pero para empezar algo nuevo, es necesario primero finalizar y cerrar la etapa anterior, y ahora, tengo que esforzarme lo máximo para los examenes. El enclaustramiento en la biblioteca no es una de mis pasiones, pero es una necesidad. Es la única forma de que el día de estudio me cunda, pero también me da muchísima pereza desplazarme hasta ella. Es un amor-odio extraño.
Hoy mi visita a la Biblioteca ha sido más llevadera, he ido con Maribel, y no es lo mismo estudiar sola que acompañada. Realmente, por el momento creo que no lo llevo tan mal, pero sé que cuando queden 3 días para los examenes estaré atacada, con ganas de darme cabezazos contra la pared y pensando en que lo llevo fatal. No puedo evitarlo. Así que tengo que darle caña. Bfff... ya me estoy empezando a agobiar, pero bueno, mañana será otro día intenso de estudio, si es que mis otras preocupaciones me lo permiten.
Los días que quedan para EL DÍA "D" se me están haciendo eternos. No sé si quiero que llegue el día, o no... antes lo estaba deseando, pero han cambiado tantas cosas en estas últimas semanas que todo ha dado un giro de 360º, provocando en mí una especie de obsesión que hace que mi cabeza se imagine de lo malo, lo peor.
Estoy agotada de dar vueltas al temita. Intentaré pensar en otras cosas, como que en pocos días tengo los examenes de la universidad. ¡Ya este año me diplomo! increíble pero cierto. Tengo ganas de terminar la carrera para empezar otra etapa en mi vida, realizando cosas nuevas. Siempre he pensado que llevar a cabo nuevas ideas, nuevos proyectos, es vital para reciclarse y mantener la ilusión por la vida. ¡Tengo tantos proyectos por realizar!. Pero para empezar algo nuevo, es necesario primero finalizar y cerrar la etapa anterior, y ahora, tengo que esforzarme lo máximo para los examenes. El enclaustramiento en la biblioteca no es una de mis pasiones, pero es una necesidad. Es la única forma de que el día de estudio me cunda, pero también me da muchísima pereza desplazarme hasta ella. Es un amor-odio extraño.
Hoy mi visita a la Biblioteca ha sido más llevadera, he ido con Maribel, y no es lo mismo estudiar sola que acompañada. Realmente, por el momento creo que no lo llevo tan mal, pero sé que cuando queden 3 días para los examenes estaré atacada, con ganas de darme cabezazos contra la pared y pensando en que lo llevo fatal. No puedo evitarlo. Así que tengo que darle caña. Bfff... ya me estoy empezando a agobiar, pero bueno, mañana será otro día intenso de estudio, si es que mis otras preocupaciones me lo permiten.
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